Montag, 5. Oktober 2009

Diógenes de Sinope, el del tonel…

Por : Margarita Franco Zimmermann



Nunca me interesé por la filosofía , últimamente me he dedicado a leer a los griegos. La literatura griega y con ella la filosofía son el punto de partida al estudio o simplemente deleitarse en el mundo antiguo. La era de los dioses, divinidades, héroes y heroínas entusiasman y hacen amena la lectura. Esa frágil barrera entre lo real y místico, entre la verdad o la fábula o sencillamente, volar hasta la antigüedad en bellos y fascinantes capítulos de la literatura. Por algo los grandes de cualquier género literario buscan insaciables sus fuentes de inspiración en esas historias y epopeyas irreales o reales: ¿Qué más da?


El resultado es que invita a la reflexión. Por ejemplo: Diógenes, quien aplicó la filosofía de manera práctica. Sin haber dejado un legado que estableciera un método filosófico, pero se sabe que sus hechos fueron tan contundentes que su sabiduría filosófica podría ser aplicada hoy en día; él no muere, sigue vivo, nace y renace en personalidades a través de la historia del mundo y también en la nuestra.


Hombre o mito, simple con alma y espíritu libre, solitario, ejemplo de vida austera por propia decisión. Independiente ante los poderosos, vestía y se alimentaba de manera sencilla, desatendía las normas y reglas sociales. Hoy su filosofía se entiende a través de sus anécdotas, todas llevadas a la práctica. Su sabiduría la representó con el cinismo, anecdotista práctico por excelencia!


Adelantado a su época, estuvo en contra del politeísmo y a los cultos religiosos, por considerarlos superfluos. Y además, debe haber sido un gran revolucionario , criticaba las diferencias de clases sociales, predicaba y practicaba el ascetismo (persona que vive en soledad , meditación y austeridad). Práctica poco cultivada o en desuso en tiempos modernos.


Nació en Sinope, lo que hoy es Sinop, en Turquía, aprox. 413-327 a.C. . Por insistente, logró pertenecer a la Escuela Clínica, fundada por Aristenes (445-365 a.C.) a la cual le costó entrar , ya que el filósofo no admitía discípulos., ante su insistencia, Antístenes le amenazó con su bastón, pero Diógenes le dijo:

“no hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir”.


Dentro de las anécdotas más famosas, cabe destacar, aquella en la que él estaba cenando lentejas, pasa el filósofo Aristipo y le dice :

"Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de lentejas."


A lo que replicó Diógenes:


"Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey."


Aristipo, era filosofo que vivía de manera confortablemente a base de adular al rey y Diógenes era un filósofo que había renunciado a todo tipo de bienes materiales y exigencias de la sociedad, a tal grado que su vivienda era un tonel o barril.


A plena luz del día solía caminar por las calles de Atenas, llevando una lámpara encendida según la tradición popular, y cuando le preguntaba que por qué hacía esto contestaba: "busco un hombre honesto sobre la faz de la Tierra".


Fue desterrado de su ciudad natal, por cuestiones económicas, hecho que tomó con cierta ironía: “Ellos me condenan a irme y yo los condeno a quedarse”.

Fue secuestrado por piratas y llevado a Creta, para ser vendido como esclavo, al ponerlo a la venta, le preguntaron qué era lo que sabía hacer, Diógenes contestó:

“Mandar , comprueba si alguien quiere comprar un amo”.


Lo compró Xeniades de Corinto y le devolvió la libertad porque lo hizo tutor de sus hijos.


En otra ocasión le preguntaron por qué la gente daba limosna a los pobres y no a los filósofos, a lo que respondió:

"porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos".


Un día mientras tomaba el sol en la plaza, ocurrió uno de los encuentros más memorables de su vida; Alejandro Magno se acercó a él e inició una conversación así: "Yo soy Alejandro Magno" a lo que el filósofo contestó: "Y yo, Diógenes el cínico"


Alejandro entonces le preguntó de qué modo podía servirle. El filósofo replicó:

"¿Puedes apartarte para no quitarme la luz del sol? No necesito nada más".


Se cuenta que Alejandro se quedó tan impresionado con el dominio de sí mismo del cínico que se marchó diciendo: "si yo no fuera Alejandro, querría ser Diógenes".

Desterrado de su tierra, deambuló por Esparta, Corinto, Atenas y muchos lugares, respetado por unos y detractado por otros, sin embargo, marcó un comportamiento ético, fue un gran ejemplo de autosuficiencia. Es considerado uno de los más destacados de la escuela cínica.


Ascetismo : Práctica de los “asceptas”son persona que viven en soledad , meditación y austeridad.
Cínico: Persona que comete actos vergonzosos, como mentir sin ocultarse, ni sentir verguenza por ellos.

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